miércoles, 7 de septiembre de 2011

Comienza un nuevo curso ... con novedades

Saludos a toda la comunidad educativa.

Comenzamos un nuevo curso que viene cargado de polémica, polémica que nos afecta de forma muy directa a todos: profesores, padres y, sobre todo, alumnos. No es algo que afecte sólo a nuestro Centro (que le afecta, y mucho), sino que es algo generalizado para toda la Enseñanza Secundaria en particular y la Enseñanza Pública en general. Pero lo que conocemos muy de cerca es la realidad de nuestro Centro, que es lo que pasamos a exponer para que todos vosotros lo conozcáis de primera mano y que, si nadie lo remedia, lo vamos a sufrir.

Se dice, se comenta, que lo que ha sucedido es que se aumenta la carga de horas lectivas del profesorado en dos horas semanales (¡Si sólo se les pide trabajar dos horas más!) y que esto es lo que está generando las protestas del profesorado. Nada más lejos de la realidad, ya que las horas semanales para un profesor siguen siendo las mismas: se cambian un par de horas lectivas por un par de horas complementarias, que pueden ser guardias de aula y que, desde luego, todos los profesores que conozco prefieren dar clase de su materia trabajando con sus alumnos a estar manteniendo el orden en una clase de otro profesor.

Pero las consecuencias de esta medida, junto con otras que se están tomando y que no se cuentan, es que se haya visto reducido el cupo de profesores que ha sido asignado por la Administración para cada Centro. Por esto, cuando los Equipos Directivos de los Centros se han puesto a elaborar los horarios, grupos de alumnos, materias a impartir por los profesores con los que pueden contar después de las instrucciones dadas por la Administración (por cierto, todo esto se hace durante el mes de julio, por lo que tampoco es cierto lo de los dos meses de vacaciones para muchos profesionales de la enseñanza), etc, se encuentran con lo siguiente:
  • Una media de un 10 % de la plantilla de profesores del curso anterior tiene que abandonar el Centro, profesores que no son solamente interinos sino funcionarios de carrera que llevan más de 20 años dando clase. En nuestro IES ha sido más de ese porcentaje, ya que durante este curso próximo habremos pasado de 47 a 33 profesores. En muchos casos, estos profesores que se tienen que ir no tienen asignado otro puesto de trabajo, se van directamente a su casa, porque en el resto de los Centros pasa lo mismo. Los alumnos son, en números totales, prácticamente los mismos, pero disminuye el número de grupos, es decir, supone un mayor número de alumnos por grupo.
  • Se tiene, por tanto, que dejar de dar desdobles en Lengua y Matemáticas, no se pueden hacer agrupaciones flexibles de alumnos para una adaptación a los distintos ritmos de aprendizaje.
  • Desaparecen los desdobles en laboratorios y en talleres (como el de Tecnología), donde los grupos de alumnos hacen prácticas y proyectos donde aplican los conocimientos adquiridos de forma teórica, con lo que esto supone: menor atención a los alumnos, dificultad para seguimiento y supervisión de trabajos y, además, aumento de los peligros potenciales (un profesor para 25 o 30 alumnos adolescentes en condiciones de manejo de productos químicos, utensilios y herramientas de corte, punzantes, que pueden producir quemaduras,...).
  • Los profesores que quedan en los Centros tiene que asumir materias que antes impartía otros compañeros, aunque no sean de su especialidad. Como sabréis, todos los profesores de Secundaria tiene que ser, al menos, licenciados, arquitectos o ingenieros, por lo que cada uno oposita a su plaza por su especialidad o por otra que es afín a su formación, cosa totalmente lógica. Pues bien, con esto encontraremos profesores de Matemáticas dando Educación Física o Música. O bien profesores de Lengua dando Informática, o de Plástica dando Geografía e Historia. Y viceversa. Esto supone no sólo que los profesores tengan que preparar materias nuevas para ellos, cosa que la mayoría puede asumir, sino que los alumnos no van a contar con profesores especialistas en algunas de las asignaturas que cursen.
  • Se eliminan las horas semanales para el Coordinador TIC del Centro, que eran una mínima parte de lo que dedicaba a mantenimiento y solventar las incidencias que iban surgiendo en el día a día con los equipos informáticos y audiovisuales. En nuestro Centro hay 4 aulas de Informática con 16 equipos (una de ellas con 18, cañones de proyección y equipos de sonido), 4 Aulas Digitales equipadas con 30 puestos para alumnos cada una y pizarras digitales, un aula de audiovisuales, un aula de idiomas y un salón de actos, todos con material audiovisual, sin contar con los equipos que existen en cada Departamento Didáctico, Sala de Profesores, Secretaría, Actividades Extraescolares, Jefatura, Dirección ... A cambio, la Administración sustituye, de forma unilateral, estas horas imprescindibles para que el TIC haga su trabajo por un complemento retributivo (hasta ahora todo esto se hacía sin ningún tipo de retribución extra, ni suponía ningún tipo de mérito ni reconocimiento, entendíamos que era parte de nuestro trabajo aunque supusiera echar las horas que hiciera falta para que el Centro funcionara con normalidad). Además, en nuestro caso, uno de los profesores que se tiene que ir es la Coordinadora TIC, que llevaba 7 años haciéndose cargo de todo el tinglado anteriormente expuesto, además de la página web del IES, la Revista del Uno y este blog, entre otras cosas.
  • Nuestro Centro es, desde el curso anterior, Instituto de Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid. Por este motivo, además, es especialmente grave la aplicación de las instrucciones dadas por la Administración. Entre los profesores que tiene que abandonar el Centro se encuentran los dos profesores que se han hecho cargo de la implantación del Proyecto en nuestro IES, dedicando prácticamente todas las tardes del pasado curso a prepararse y formarse para asumir dichas tareas y dar, durante todo el año anterior, cursos de formación a sus compañeros, el resto de los profesores de este IES, que dedicaron también su tiempo y sus esfuerzos a prepararse para la utilización de estas nuevas tecnologías y estas aulas digitales con que la propia Comunidad de Madrid ha dotado nuestro Centro. También tienen que dejar el Centro muchos de estos profesores que se estuvieron formando y elaborando sus materiales y sus cursos para poder trabajar con sus alumnos en estas nuevas aulas, con toda la ilusión y las ganas del mundo. Ahora no tendrán la ocasión de utilizarlo.
Esto, y algunas cosas más, es lo que está sucediendo aquí y ahora. Dicen que todo esto no afecta a la calidad de la enseñanza. No hace falta ser de Matemáticas para hacer los cálculos necesarios y darse cuenta que todo esto afecta, y mucho.

Y esto es lo que se van a encontrar nuestros hijos cuando comience este nuevo curso. También los profesores somos padres (parece que esto, tan obvio, a veces se olvida) y llevamos a nuestros hijos a la Enseñanza Pública, porque creemos en ella como garante de la igualdad de oportunidades, porque conocemos la profesionalidad de nuestros compañeros y porque casi todos nosotros estamos aquí gracias a ella. Es por ella por la que hay que luchar. Todos. Nosotros y vosotros.

Lo único que pedimos es que nos dejen hacer nuestro trabajo, no complementos retributivos irrisorios que lo único que generan son discordias. Atentan contra nuestra dignidad. Que cuando se tomen decisiones en materia educativa cuenten con los docentes. Si antes veníamos prestando un servicio, consideraban que éramos útiles y que estábamos cualificados para ello, ¿qué ha cambiado?

Por todo ello, hemos considerado necesario que todos conozcáis la información de primera mano, no la que los medios de comunicación habituales (televisión, prensa, radio) nos hacen llegar. Tenéis (tenemos) derecho a saberlo.

Seguiremos informando.